martes, 8 de marzo de 2011

Cuando el tiempo es amigo


En diversas oportunidades, los seres humanos, pasamos por situaciones de dolor o de angustia, bien sea por causa del amor o por otros motivos, y  mientras estamos inmersos en esos amargos momentos, creemos que es el fin del mundo y que nunca nos vamos a recuperar, pero, con el paso de los días, meses o años, paulatinamente vamos notando que aquellas cosas "tan terribles" van perdiendo peso, que todo ese dramatismo que al principio nosotros mismos le damos, se va diluyendo,  y de pronto comienza a dejar de importarnos, y sin darnos cuenta, comenzamos a  experimentar cambios en  nuestros  sentimientos a la par  que vivimos  nuevas situaciones, y poco a poco, la calma va retornando   a  nuestro espíritu, a medida que transcurre el tan "bienhechor y  amigable" tiempo,  y es que.. en  verdad tenemos  que admitir que el tiempo si ayuda a curar las heridas,  y aunque uno a veces se torne escéptico y no lo quiera reconocer porque en su momento este viviendo alguna  situación difícil o dolorosa, mas tarde o mas temprano se va  a dar cuenta que cada vez se siente  mejor, que aquello que en su momento le causo dolor o angustia, cada vez va quedando mas lejano, en el pasado, en el limbo del olvido, y que ahora son otras cosas las que  nos importan, que aunque sean  nuevas en nuestras  vidas, nos van ayudando a recuperar la tranquilidad,  la alegría y los deseos de seguir adelante

1 comentario:

  1. Afortunadamente el tiempo nos ayuda a cicatrizar las heridas,por eso la vida es soportable ,pues una vida sin olvido seria bastante mas complicada
    un saludo
    marina

    ResponderEliminar